domingo, mayo 03, 2009

Una receta contra la influenza humana

Publicado por David Martz

En estos días de crisis de salud, todos nosotros, todo el mundo, estamos cometiendo un error, el mismo que se ha cometido durante siglos, el que cuando sucede algo inesperado, amenazante nos dejamos llevar por el dramatismo y le damos toda la atención a esa situación, creamos hasta situaciones ridículas, etc,, etc... Lo que no debe de ser así.

Dice una cita: “Tu cuerpo es un maestro. Las células de tu cuerpo son como cirujanos psíquicos y saben qué hacer. Así que, lo que ustedes quieren es relajarse y permitir que los ritmos naturales de su cuerpo se encarguen de todo. Ustedes están en tan buenas manos si así lo permiten” En efecto, debemos confiar en que nuestro cuerpo está diseñado para equilibrarse y que sabe mucho mejor que nosotros lo que debe de hacer para estar super sano. Por eso, hay que relajarnos, dejar el miedo, el nerviosismo, debemos de confiar en la sabiduría de nuestro cuerpo, en que es capaz de curarse así mismo. Pero si tenemos nuestras energías muy bajas como en estos días con la psicosis por la influenza humana entonces la agilidad de nuestro organismo para curarse se habrá perdido.

En este momento crítico tenemos una prioridad además de los cuidados de salud recomendados, HAY QUE ELEVAR NUESTRAS VIBRACIONES, ya que al hacerlo dejamos de atraer eventos azarosos, enfermedades que afectan nuestra salud y por el contrario, atraeremos a nuestro entorno circunstancias más favorables. Desde luego que así como el virus de la influenza humana no llegó de la noche a la mañana, sino que está desde diciembre como se ha señalado, tampoco podemos desecharla de un día para otro, pero si podemos irla alejando de nuestro entorno ¿cómo? Elevando nuestras energías, pasar de la negatividad a lo positivo.

¿Cómo elevar nuestras energías cuando estoy muy preocupado por lo que pasa? Expongo un tip: en un papel escriban los eventos del pasado en que disfrutaban el tipo de salud que desean tener, la tranquilidad que desean que siga formando parte de su vida, aquella que se tenía antes de que decretaran la contingencia; recuerden esas reuniones sociales con los amigos, aquellas noches en el antro, en el bar, aquellas tardes de cine, en el parque, todo lo que a ustedes les gusta hacer; escriban lo que desean seguir haciendo en los próximos días, meses, años; describan los detalles, los lugares, los amigos, los familiares, todo. Es importante que al escribir esas anécdotas, esos deseos, ese futuro que desean les hagan sentir bien, pues así es como elevaremos nuestras vibraciones. Recuerden hay que estar pensando en lo que queremos, no en lo que no deseamos. Sigamos con los cuidados que nos recomiendan las autoridades de salud, infórmense cómo va la contingencia pero ya no esten pensando y pensando en lo que pasa, en lo que dicen los medios, en lo que dicen esos correos ridículos; por el contrario, piensen en lo que desean, siéntanse sanos, agradezcan la salud que tienen, eleven sus vibraciones y recuerden que la fe mueve montañas.